viernes, 10 de diciembre de 2010

Miss Sueños.

-Hola, ¿quién eres tú?- era extraño, ese chico me sonaba, pero no le conocía- ¿Qué haces aquí?
-Me llamo David, ¿y tú, quién eres?- le parecía curioso, a lo mejor tenía el mismo sueño que yo- Este es mi sueño, ¿qué haces en él?- ¡bingo! ¡Soy vidente!.
-Te equivocas, es mi sueño y, por cierto, me llamo Leah.- le dije con toda la frialdad posible, ¿quién era él para decirme lo que debo decir?- Adiós.- A lo mejor era muy fría con él, pero no me importó, ya llevaba esa costumbre de no tener sentimientos.
-¡Espera! Necesito ayuda, ¿podrías ayudarme tú?- de repente me encontré con que su voz era melodiosa, ¿pero bueno, Leah, a qué juegas? Volvió a abrir la boca, pero salió una voz áspera y ronca, muy distinta a la que me esperaba- ¡¡¡LEAH!!

Pegué un brinco, ¿dónde estaba? De pronto recordé, estaba en una casa totalmente desconocida para mí. Era la casa de mi supuesta nueva madre. Me miré en el espejo, no me había mutilado. Mi pelo, a mechas naturales y liso con ondulaciones al final, estaba intacto. Me fijé en mi cara: normal, con un tono tostado que solía atraer muchas miradas (mayormente masculinas) y en mis ojos, de un extraño color verde-esmeralda. Mi cuerpo, como siempre, en forma, con las curvas de mi cintura marcadas a causa de mi camisón viejo. Después de asearme un poco, me vestí con ropa cómoda: pantalones negros, anchos por debajo, de chándal, una blusa flexible blanca que me daba cierto contraste, y unas deportivas también blancas. Bajé a desayunar, pero como no había nadie, me preparé sola el desayuno. Después de haber desayunado, me fui derecha al instituto, pues tenía 15 años, y nada más traspasar la verja, se oyeron silbidos de admiración. Era la más popular, todas querían ser mis amigas y todos, salir conmigo. Pero primero, los estudios. Soy buena estudiando, era aplicada y de carácter abierto, o eso creían todos. Mi "verdadero yo" era astuto, frío y confiado. Como una serpiente. Mi colegio era para privilegiado, pero estaba rodeada de unos completos inútiles. Me miraban con la boca abierta cada vez que pasaba, me piropeaban, y trataban fatal a las demás chicas. 


Bueno, esta es la "primera entrega" de Miss Sueños.

P.D: No es gran cosa.

2 comentarios:

  1. ¡Mira, como no comentéis, me piro!

    P.D: O sea, que dejo el blog.

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  2. No fastidies...

    Me encanta lo de Miss Sueños... ¡pon el segundo cap yaaaaaaaaaaa!

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Espero que sepáis lo que decís.